MyLife™ | #OrigiReto2019 relato de septiembre

Ángela miró la hora con nerviosismo. Hacía 29 minutos que no publicaba nada en MyLife, así que era más que posible que se subiera una foto de su desayuno. El problema era que todavía no había terminado de hacer las tostadas integrales con fiambre light de pavo ni la ensalada de fruta, y aquella caja de donuts que le había traído su prima la estaba llamando desde la encimera.

Metió el pan en la tostadora y echó la fruta troceada en un bol. Luego se dio la vuelta y observó la cajita de cartón rosa. Qué diantres, por uno no pasaba nada. Eligió uno recubierto de chocolate y con cacahuetes por encima y fue lo más delicioso que comía en mucho tiempo.

El sonido del pan saltando de la tostadora la sobresaltó cuando se estaba lamiendo los restos de chocolate de los dedos. Sacó las tostadas recién hechas y terminó de prepararse el resto del desayuno. Poco después, habiendo desayunado y fregado cacharros, no tuvo más que ponerse la chaqueta, coger las llaves y marcharse rápidamente al trabajo.

* * *

Llegó a su empresa con el tiempo algo justo. Antes de quedarse embarazada le costaba poco caminar a paso rápido y llegar a la oficina con tiempo de sobra, pero estando ya de varios meses se sentía más pesada y lenta y todo le resultaba un poco más difícil. No le daba mucha importancia, podía ir al trabajo paseando sin prisa, pero se apuntó mentalmente salir antes de casa.

No se entretuvo, se dirigió directamente a la segunda planta, donde estaba su mesa. Fue salir del ascensor, ver a sus compañeros y sentir ganas de volver a casa. Odiaba tener que pasar al lado de los corritos que se formaban. Se recordó a sí misma que ese día acabaría temprano y se dispuso a pasar para llegar a su mesa, aunque no pudo evitar que le llegase la conversación.

—¿Habéis visto MyLife esta mañana?

—¡Qué fuerte! Eliza se lo montó con Devan anoche.

—Bueno, ¿y qué más os da? —La voz de la mencionada.

—Pues que ¿tú no eras asexual?

—Seguro que solo lo dice para hacerse la interesante. O para rechazar a la gente.

—Por última vez, que sea asexual no significa que no pueda follar si quiero, a ver ¿acaso Leo deja de ser hetero solo porque hace un año que no liga con ninguna tía?

—¡Oye, ¿a qué viene ese ataque?! —Por supuesto, Leo tenía que intervenir.

Sus compañeros se mofaron por el comentario mientras Ángela bufaba. No hacían más que meterse en la vida de los demás, ¿por qué les importaba tanto?

Encendió su ordenador mientras se sentaba. Estaba lista para retomar los proyectos del día anterior.

—Eh, Ángela, buenos días —le dijo un compañero con la voz cargada de sarcasmo.

—Se cree demasiado buena para siquiera saludarnos.

—Buenos días —respondió ella, sin más.

—No seas tan duro con ella que ya tiene bastante con lo que tiene, ¿no habéis visto su MyLife esta mañana?

Ángela se tensó. No le había dado tiempo a comprobarlo antes de salir de casa.

—Entendemos lo de los antojos al estar embarazada, pero no puedes desayunar donuts, tienes que cuidarte.

—Sí, lo decimos por tu bien, cielo. Luego cuando des a luz habrás ganado un montón de kilos y te costará mucho perderlos.

Ángela apretó el puño y se tragó la frase que surgía dentro de ella. En cambio, respiró y se limitó a decir:

—Tenéis razón. Perdonad, tengo que ir al aseo.

Se escabulló con esa excusa que seguro que no había engañado a nadie. Genial, ahora tendrían más motivos para hablar de ella. Iba a ser un día muy largo.

* * *

Cuando llegó a casa se sentía como si hubiera trabajado una semana entera. Estaba cansada tanto física como mentalmente. No veía el momento de tumbarse en el sofá y descansar.

Pero si todas sus actualizaciones en MyLife eran eso, la gente hablaría.

Se sentó y sacó el móvil para abrir la app. Las notificaciones de sus conocidos comenzaron a aparecer en su pantalla. Su hermana en el restaurante de moda, su vecino en clase de violín, su prima aprendiendo italiano… Y ella solo quería dormir toda la tarde y toda la noche.

No siempre había sido así. La app que subía actualizaciones de forma automática fue una revolución. La tecnología de interconexión de las cámaras urbanas e interiores fue un gran avance, permitía visualizar casi cada rincón de la ciudad con el acceso adecuado. ¿Y qué ibas a hacer, negarle el acceso a la app? Nadie hacía eso. Y si todo el mundo aceptaba, tú también tenías que aceptar. Ángela lo sabía y estaba de acuerdo. Era solo que, desde que estaba embarazada, la gente parecía preocuparse de su vida más de lo habitual: Si hacía ejercicio, si no lo hacía, si comía esto o aquello, si engordaba, si sus revisiones eran más o menos periódicas. Todo el mundo tenía una prima, una amiga, una compañera que hizo esto y aquello otro y le salió fatal, y tenía que cuidarse mucho por el bebé. Siempre era lo más importante.

Estaba harta.

¿Tan malo sería desconectar solo por un día?

Tenía el móvil en la mano y la aplicación abierta. Solo tenía que pulsar “revocar permisos”. La posibilidad estaba ahí.

Antes de darse cuenta de lo que hacía ya había pulsado.

Aquella tarde se comió una tarrina de helado y vio un maratón de películas moñas antes de quedarse dormida.

Despertó tan a gusto y descansada que casi no lo podía creer. Con energías renovadas, se arregló y se marchó al trabajo.

* * *

Cuando llegó a su puesto, el ambiente se volvió tan tenso que supo al instante que algo no iba bien. Sus compañeros dejaron de hablar al verla, pero nadie le quitaba ojo de encima. Ángela intentó ignorarlo y se sentó en su mesa, pero apenas pudo encender el ordenador cuando la jefa la llamó a su despacho.

Lo último que esperaba era la carta que tenía ahora entre manos.

—¿Despedida?

—Por supuesto, le pagaremos la indemnización correspondiente —continuó su jefa.

Ángela se sentía mareada.

—Pero, mi rendimiento es bueno, los últimos clientes dijeron…

—No se trata de eso —la cortó su superior—. La imagen de una empresa es importante y no podemos permitirnos dar ninguna idea equivocada. Puedes irte.

No sabía qué más decir y tampoco parecía que fuese a haber mucho más que añadir. Ángela se levantó y salió del despacho apretando la carta de despido contra su pecho. La fría mirada de sus compañeros, que sin duda estaban poniendo la oreja, no ayudó.

—¿Se puede saber qué os he hecho? —estalló—. ¡Dejad de mirarme así!

La mayoría de sus compañeros recularon y se marcharon a sus quehaceres, pero una compañera se acercó con el rostro pintado de condescendencia.

—Mujer, ¿a quién se le ocurre desactivar MyLife? No me lo esperaba de ti.

—No es para tanto, ¿no?

—¿Sabes quién desactiva la app? La gente que no quiere que sepas lo que está haciendo. Ya sabes. Ladrones, asesinos, contrabandistas.

—¿Por desactivar la app una tarde? ¡Sigo siendo la misma persona, solo necesitaba descansar!

—¿Y cómo podemos saber eso? Cielo, me caes bien, pero ya no puedo confiar en ti. Aunque me apena… lo vas a tener muy difícil para encontrar otro trabajo.

Ya no podía más. Ángela se tragó sus lágrimas y salió de allí, dejando todo atrás.

* * *

Con su marido de vuelta de su viaje familiar y la indemnización de la empresa, además de su derecho a prestación por desempleo, los meses transcurrieron bastante tranquilos para Ángela. Sin embargo, la idea de que estaba sin trabajo era preocupante porque tenía una familia que mantener. Habían pensado en la posibilidad de que fuera su marido quien trabajase, pero ¿qué sería de ella? Su vida social se había visto dañada sin remedio por haber desactivado MyLife y si tampoco tenía vida laboral, no tendría nada.

Aun así, no tenía ganas de reactivar la aplicación.

Por el momento, se centraría en comprar cosas para el bebé que estaba a punto de llegar. Entró en el bazar más cercano y se entretuvo mirando cosas allí.

—Me llevo esto —decidió al fin, eligiendo un peluche.

—Buena elección, serán cinco con noventa. —Mientras sacaba el monedero, la dependienta continuó dándole conversación—. ¿De cuánto está? Debe faltarle poco para dar a luz.

—Los médicos me han dado dos semanas —confirmó Ángela. Entonces se fijó en un cartel que rezaba «se busca dependiente»—. ¿Ofrece trabajo?

—Sí, necesito algo de ayuda aquí. ¿Le interesa? No me importa esperar unos meses a que vuelva a incorporarse al trabajo, la verdad. Llevo tiempo ocupándome yo sola.

—Me encantaría, pero…

—¿Pero?

—¿No necesita ver mi perfil en MyLife?

—Ah, no, no tengo cuenta en esa aplicación.

Ángela se quedó de piedra.

—¿No tiene cuenta? ¿Eso no le repercute negativamente en el negocio?

—Claro que no —respondió la mujer, riendo—. Llevo una tienda de barrio. La gente viene aquí cuando necesita un bote para la mermelada o unos lápices de colores para el colegio de su hijo. No buscan mis referencias para eso. Solo me ha perjudicado un poco para encontrar trabajadores. ¿Puedes creer que no se fían de mí?

—Me hago una idea. Y me encantará aceptar su oferta.

La dependienta arrancó el cartel de la ventana.

—Tenemos un trato.


El final es una mierda, lo sé. Es lo que tiene hacer las cosas con prisas a última hora. Aún así, espero que os haya gustado.

  • Este relato corresponde al objetivo número 23 del OrigiReto2019: «Relata la historia de un embarazo fuera de lo corriente (o conciencia sobre algo poco conocido del tema), en que la futura madre sea la absoluta protagonista y no el bebé».
  • Los objetos ocultos incluidos en el relato son el 11: «Lápices de colores» y el 16: «Una persona asexual».
  • Este relato cuenta para la medalla extra «Feminista», por estar protagonizado por una mujer. Y con esto termino de completas todas las medallas extra, ¡wee!
  • El OrigiReto2019 es una iniciativa de Katty y Stiby, Podéis encontrar las normas y la lista de participantes tanto en el blog de la primera como en el blog de la segunda.

09pegatina2019septiembre

Medallas09

12 comentarios en “MyLife™ | #OrigiReto2019 relato de septiembre

  1. KATTY COOL dijo:

    Que chulo, muy como la vidah beibi xD red social ahí 24 horas controlandote y sintiendote mal x las reacciones de la gente… Me gusta ademas la conversacion del principio, que la protagonista sea una asexual embarazada es una imagen que mucha gente no asociaría, y eso me gusta. Cumplido genialmente el objetivo 👍 y entiendo lo que dices del final porque es como que se termina rápido para la tensión de la historia, pero queda resultón, funciona, a veces las cosas sencillas son las mejores xD. Bien hecho, un abrazo.

    .KATTY.

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    • Esther Evans dijo:

      Pues sí, es que las redes sociales son lo mejor pero hay que educar un poquito en la privacidad y da miedo a veces el control que nos tienen. Y la gente es mu metomentodo, leches xD.

      Y bueno, la asexual es la compa, espero que no se haya entendido todo al revés, ay.

      La verdad, creo que este es el relato más largo que he escrito para el ori y me estaba empezando a agobiar jajajaja, y eso que tenía todavía como 600 palabras de margen pero quise ir cerrando y bueno, quedó un poco así. Pero me alegra que funcione 🙂

      ¡Un abracito!

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  2. R. J. Random dijo:

    Hola. ¿Para cuando dices que estrenan la.adaptación a un capítulo de Blackmirror?

    Es muy bueno el planteamiento distópico, el matiz sutil de que lleguen a plantearse que sea el marido quien trabaje, el homenaje a las tiendas de barrio y el comercio de cercanía. Todo bien, sí, sí, sí.

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    • Esther Evans dijo:

      Sí que me ha quedado muy Black Mirror, sí. Oye, que si vienen aquí a comprarme los derechos yo encantada, ¿sabes? XD.

      Me alegra que hayas captado todas esas ideas secundarias que me fueron surgiendo y que te hayan gustado 🙂

      ¡Gracias por pasarte, hasta otra!

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  3. Kam dijo:

    Este relato me ha devuelto años de vida. Así te lo digo. Me ha gustado mucho el planteamiento, pero especialmente los pequeños detalles, que son lo que lo han hecho tan real, la verdad.

    Te juro que esta frase quiero ponerla en todos los sitios: «Por última vez, que sea asexual no significa que no pueda follar si quiero, a ver ¿acaso Leo deja de ser hetero solo porque hace un año que no liga con ninguna tía?» Like, me da xD

    Pero lo dicho, me ha gustado mucho y siendo un objetivo bastante muy complejo, lo has solventado a la perfección. ¡Hasta el mes que viene!

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    • Esther Evans dijo:

      ¡No puedo creer que olvidara responderte! Gracias por la paciencia que tienes conmigo, de verdad.

      Y me halagas un montón con lo de que te di años de vida. Y me alegra un montón porque quiero tenerte por aquí muchos años xDD. Jo, de verdad que me hace mucha ilusión que creas que fui capaz de dotarlo de realismo y de cultivar bien los detalles :3

      Esa frase, es que real… La voy a tener que poner en una camiseta XD. Pray for Leo, jajaja.

      La verdad es que sí que era de los objetivos que más miedo me daban y, sinceramente, pensaba que lo haría en un microrelato. Pero al final me surgió esta idea y ahora me alegro de que fuera así, porque os inspiré un par de microrrelatos ^^. ¡Hasta luego y gracias por tu comentario!

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  4. Stiby T dijo:

    Hola guapa!!

    Wow! Me ha gustado muchísimo este relato. Es muy real el hecho de estar pendientes de la vida de los demás y que si un día no aparece alguien en tu alguna red social la gente se pregunta cosas.

    Me ha gustado mucho el final, aunque sea un poco «simple» porque da a entender que nunca seremos todos iguales y también que aunque todo parezca perdido siempre hay alguna opción que no hemos considerado.

    Esta frase me ha gustado mucho porque es que es real y se ve mucho por net sobre todo cuando la gente opina sobre todo lo que te pasa aunque solo fueses a quejarte por desconectar y no por buscar consejo realmente: Todo el mundo tenía una prima, una amiga, una compañera que hizo esto y aquello otro.

    Me he leído los otros comentarios y señalan algo que se me pasó por alto pero es genial: el homenaje al pequeño comercio :3
    Algo en lo que si me he fijado es el tema de engordar, el qué dirán, el opinar sobre todo como ya te dije. En fin, genial de verdad, mis dieces.

    Un abrazote!!

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  5. gemaseelie dijo:

    Hola!:
    Al principio pensé que era el relato distópico (que cuadra perfectamente también) y me he llevado una sorpresa.
    Qué agobio de aplicaciones, de verdad xD. Lo peor es que me creo que eso pueda suceder antes o después, si ya hay empresas que vigilan tus redes por si pones algo «inapropiado». Cuánta gente habrá con la foto de la ensalada y los donuts al lado xD.
    Me ha gustado la valentía de Ángela, al final ha salido todo bien para ella 🙂 Los diálogos están muy bien escritos y las situaciones cotidianas también. A veces escribir lo más sencillo puede ser lo más complicado también.
    Lo dicho, muy buen relato 🙂
    Nos leemos 🙂

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  6. Roberto Conde dijo:

    ¡Genial!
    Me encanta la ciencia ficción cercana, la que trata los problemas que puede acarrear la tecnología no muy lejana en el tiempo. La app, los típicos argumentos absurdos de la gente respecto a la privacidad, el abuso… lo has clavado.
    Y respecto al final, una visión positiva siempre viene bien, que no todo va a ser desesperación y resignación ante lo supuestamente inevitable.
    ¡Enhorabuena!

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